Ante una mudanza, los niños son los miembros de la familia más vulnerables. Por ejemplo, pueden sentir temor de perder el contacto con sus amigos.. Para los pequeños, una mudanza representa un cambio de vida muy brusco que le puede producir al tratarse de una decisión que tiene que aceptar en contra de su voluntad. En este nueva entrega Universal Cargo le da algunas sugerencias de cómo manjar esta situación. (Tiempo de lectura: 4 min.).

Mudarse a un nuevo hogar puede ser traumático tanto para padres como para hijos. Aquellos padres que con razón se sienten bastante nerviosos ante la perspectiva de comenzar una nueva vida y un nuevo trabajo en otro país, pueden llegar a olvidar o malinterpretar el malestar de sus propios hijos...

El stress de la mudanza es particularmente más agudo en aquellos que no toman la decisión de trasladarse. Generalmente esto afecta de manera particular a los más pequeños. Estudios han revelado que un poco de disturbio emocional hasta puede llegar a ser beneficioso para el niño.

Muchas veces estos estados se traducen en trastornos del sueño y dificultades respiratorias. Este patrón es revelador: se considera que la depresión que sigue al período de excitación entre los niños susceptibles a stress, puede ser adaptativo ya que previene fatigas y los ayuda a afrontar el mismo stress de la mudanza.

Para los niños más grandes, la cuestión principal pasa por ver cuán rápido se adaptan a la nueva escuela. La mayoría de los niños tiene relativamente pocos problemas en este período. Aquellos que sí muestran dificultades ya las tenían en la escuela anterior y en general las niñas se adaptan mejor que los varones al cambio.

De todos modos es razonable que existan algunas quejas durante los primeros meses, pero si un niño aún tiene problemas luego de los 6 primeros meses, significa que se necesita la ayuda de la consulta profesional.

Entonces que podemos hacer cuando se acerca la mudanza? Aquí le damos algunas sugerencias:

• Asegúreles que ellos los acompañarán al nuevo destino. Un sorprendente número de niñitos, al ver que sus posesiones son empacadas o desechadas, creen que correrán la misma suerte.
• Posponga redecorar el nuevo cuarto de sus hijos, a menos que se lo pidan. Tener los mismos muebles, dispuestos del mismo modo, les facilita la transición al nuevo entorno.
• Ponga atención a cómo esta diseñada la nueva casa. Casas más grandes otorgan más privacidad pero suponen mayores dificultades de adaptación para los niños. Tal vez, uno no repare en ello, pero uno puede llegar a pasar menos tiempo con la familia aún encontrándose en la misma casa.
• Estos problemas pueden acrecentarse si los diferentes miembros de la familia tienen diferentes horarios a aquellos que tenían antes. Es aconsejable tener durante los primeros meses reuniones familiares a manera de mantener las líneas de comunicación.
• Si es posible que alguno de los padres pueda posponer el retorno al trabajo por algunas semanas, hágalo. Saber que papá o mamá estará en casa facilita el cambio.
• Luego de un divorcio o un fallecimiento, muchas personas se mudan por razones emocionales, más que por razones económicas. A menudo esto es demasiado para los niños. Tal vez ellos quieran conservar los recuerdos que usted intenta dejar atrás.

Fuente: Artículo redactado por la licenciada en periodismo y comunicación social Sra. Viviana Racubian.

Septiembre 2021